¿Sientes que no sabes cómo hacer que una conversación con esa chica que te gusta fluya naturalmente y sea divertida? Esto es algo muy común que les pasa a muchos hombres. Creen que deben buscar el momento perfecto, las preguntas perfectas, el chiste perfecto, y que todo eso combinado hará que puedan conquistar a una mujer. Pero eso es un error. Si quieres ligar mujeres, debes ser más espontáneo y no preocuparte tanto por qué dirá ella si tratas de seducirla abiertamente, siempre que esa situación resulte divertida para ella. Algunos hombres ven como una característica inalcanzable el poder hacer que una chica se ría y se divierta con ellos tan solo unos minutos después de conocerlos, y por eso recurren a las aburridas preguntas tipo entrevista. ¿Te suena familiar?

Hace años, cuando estaba en la universidad, me pasó algo parecido. Fue antes de que empezara a investigar y a interesarme por el mundo de la seducción y sobre cómo conquistar a una mujer. Me gustaba una hermosa chica que trabajaba de mesera en la cantina de la universidad, y tardé semanas en hacer cada jugada. Creía que tenía que esperar para que ella me conociera y así no sería algo tan repentino o fuera de lugar si le pedía su teléfono. Pensaba en las preguntas perfectas para llegar a conocerla mejor, y hasta me interesaba por cómo estaba o cómo había sido su día. Todo eso no sirvió de nada. Un día, otro hombre se sentó en una mesa cercana y a los pocos minutos estaba flirteando con ella. Ese mismo día hizo planes para pasarla a buscar y salir a tomar algo esa misma noche. Imagina mi frustración cuando vi lo que sucedía después de pasar semanas intentando acercarme a ella; ese tipo, en unos pocos minutos, hizo que ella se riera y se divirtiera con él, y por eso aceptó la invitación y todos sus avances. Pero esa situación me enseñó un par de cosas.

El secreto para que ella aceptara ir a tomar unos tragos con él estaba en la interacción que tuvieron. Y descubrí que hay tres elementos que siempre deben estar presentes para poder seducir mujeres y que la conversación sea interesante y divertida. El primero es la curiosidad. Ten cuidado de no hacerle preguntas directas que parezcan una entrevista, porque eso no es lo que crea un ambiente de seducción. Muéstrate curioso no solo por su apariencia física, sino por sus intereses, qué hay detrás de esa chica sensual. Busca saber qué cosas le parecen importantes, qué la seduce, qué piensa de tener un contacto físico contigo.

Otro elemento esencial en la interacción es el atrevimiento. Esto es algo que te distinguirá de los otros hombres que acostumbran a hacerle reverencias y a tratarla como una celebridad. Si eres un poco atrevido, un poco insolente, eso será divertido para ella. Ten cuidado de no exagerar, porque eso podría causarle rechazo. Puedes hacerle un comentario arriesgado sobre algo de lo que tiene puesto, de algún accesorio que lleve, de los colores de su vestimenta, pero siempre con un tono divertido y no ofensivo. Si le agregas humor, tendrás una combinación de cosas que la sacarán del trance de la vida diaria y a la vez conseguirás respuestas que te permitan seguir llevando la conversación.

Y por último tenemos la diversión. Este es un elemento esencial para seducir mujeres, porque mediante la diversión, ella se abrirá y estará más dispuesta a pasar tiempo contigo sin oponer resistencia. Si se divierte, no pensará con la lógica sino con las emociones. Por ejemplo, puedes incorporar el humor y la diversión con una anécdota divertida sobre ti. Ni siquiera tiene que ser algo real, puedes por ejemplo decirle que viste todos los capítulos de los pitufos tres veces, o que cuando estás en la playa, no puedes evitar participar de esas clases de gimnasia colectivas, incluso que ayudas a las ancianas a hacer sus movimientos. Si te ríes de ti mismo, eso te hace más atractivo y diferente, porque los hombres siempre tienden a alardear y mostrarse como perfectos.

Ahora que tienes los tres elementos necesarios para ligar mujeres, es hora de incorporarlos todos en una sola interacción fluida con esa mujer que quieres conquistar, y de divertirte tú también mientras lo haces.