Cómo besarse en público

November 7, 2020 8:00 pm0 Comentarios

Ah, los besos en público.

Es esa cosa que realmente quieres hacer en el momento, pero también que desearías no tener que hacerlo.

Enfrentémoslo, besarse en lugares públicos es parte del juego. No siempre vas a conocer una chica, conseguir su número, y esperar con calma a que se vayan juntos a tu casa o hasta la próxima vez que se encuentren para comenzar una relación física.

El objetivo al flirtear debería ser la intensificación de la tensión sexual. ¿Cómo no terminar naturalmente en un beso lleno de carga sexual si hiciste bien las cosas?

Pero la dura realidad indica que besarse en lugares públicos te hace ver mal. A menos que estés en una fiesta bailable, la gente te observará y hablará, y probablemente termines un poco avergonzado. O al menos deberías sentirte así.

No se trata de un acto muy aceptado socialmente.

Así que, ¿cómo puedes mantener tu dignidad como hombre si te estás besando en público? ¿Cuáles son las reglas del beso para el caballero moderno?

 

1. Oportunidad.

Casi huelga aclarar que necesitas acumular la cantidad correcta de confianza y de tensión sexual antes de ir por el beso.

Pero si lo haces demasiado pronto, vas a parecer repulsivo y agresivo, con lo que probablemente termines arruinando no sólo tus posibilidades con esta chica, sino también con todas las demás chicas que te estén viendo en ese momento.

Por otra parte, si esperas demasiado corres el riesgo de caer en la zona de amigos. ¿Alguna vez hiciste eso de estar toda la noche hablando con una chica juntando coraje para besarla, sólo para que te rechace? Sí, esperaste demasiado.

La oportunidad suena complicada, pero la buena noticia es que queda claro que cerca del 95% de las chicas te lo dará.

Ella no sabe qué decir y se queda mirándote.

Ya está. Es probable que te haya pasado cada vez que hayas besado a una chica por primera vez. Está esperando que te calles y que la beses de una buena vez.

 

2. Ubicación, ubicación, ubicación.

Ésta es una historia real que me pasó recientemente.

Conocí en un bar a una linda chica hipster, delgada, con tatuajes, vestida de jean. Todo iba genial. Buena confianza, mucha tensión sexual, intercambiamos números. Y cuando estábamos saliendo del bar me da esa señal que mencioné antes, así que fui por el beso.

Como si fuera una comedia apta para todo público, nos besamos un segundo exactamente hasta que un mendigo vino a pedirnos monedas.

“Momento arruinado.”

Es lo que declaró ella. Y yo me inclinaba a acordar, así que dimos por terminada la noche.

¿Qué hice mal?

Tu primera reacción puede ser que mi sentido de la oportunidad haya estado mal (o, al menos, desafortunado), siendo que había un mendigo pidiéndonos monedas en ese mismo momento. Pero la falla, en realidad, fue mi elección de la ubicación.

El centro de Vancouver está literalmente lleno de mendigos, y yo debería haber sabido que afuera de un bar, a esa hora, en ese vecindario, no era una buena ubicación para un beso.

¿Qué necesitas de una buena ubicación para besarse?

Necesitas algo que no sea tan público, donde probablemente no te interrumpan, para poder salvar sus respectivas imágenes públicas.

La mayoría de las chicas no quiere besarse frente a sus amigas, o ser “esa chica” en el bar. Y como hombre con decoro y dignidad, tú tampoco deberías querer ser “ese tipo”.

Por supuesto, lo mejor es esperar hasta que los dos tengan una relativa privacidad. Pero si estás en un bar o en un club que tenga un patio, entonces la apuesta más segura probablemente sea el patio.

 

3. Mantenlo liviano.

Nada de andar apoyándose. Y tampoco estar manoseándose.

Y, por el amor de dios, nada de hacer cosas extrañas con las lenguas. No me pidas que sea específico, ya sabes a lo que me refiero.

Estás en público y eres un adulto, no estás adentro de un vestidor con tu novia de la secundaria. Ten algo de amor propio.

No sólo debería avergonzarte comportarte en público como un maníaco sexual; además, si te excedes puedes terminar alejando a la chica (incluso aunque fuera una gata salvaje en el dormitorio).

Si te pasas de manoseo, ella pensará esto:

“Wow, realmente está haciendo esto y no le importa que lo puedan ver; nunca debe poder hacer algo así, o sea que nadie quiere hacer esto con él; ¿cuál es su problema?”

 

4. Menos es más.

Entonces, si no puedes encararla como un tigre, ¿qué puedes hacer?

Primero, recuerda demostrar un poco de autocontrol. No sólo las mujeres se excitan más mediante una acumulación gradual de coqueteo, sino que además al mantener la compostura demuestras tu confianza, otra atractiva cualidad del macho alfa.

Las manos en sus caderas, presionando un poco, o incluso la clásica mano en la mejilla, no sólo te ayudarán a mantener tu dignidad sino que además la volverás loca (en el buen sentido).

A lo sumo, besarle el inicio del cuello, para excitarla sin pasarte de la raya.

Si la noche está terminando y los dos toman caminos distintos, no hay ningún problema con un beso rápido, o incluso uno en la mejilla si están todos mirando.

Aún así estarás estableciendo e intensificando la atracción, y mejor aún, estarás creando más anticipación y curiosidad de su parte. Estarás dejándola con ganas de más al tiempo que creas misterio, y eso es oro puro.

Esencialmente, nunca temas finalizar la noche de manera sencilla y elefante. No suena muy varonil, pero estarás demostrando tu confianza al no necesitar desesperadamente llevártela a tu casa. Y si mantienes esa mentalidad toda la noche, parecerás naturalmente encantador y atractivo.

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