Cómo Hacer Que Una Chica Se Enganche Contigo
En la década del ’40 dos investigadores llamados James Old y Peter Milner descubrieron accidentalmente que un área especial del cerebro es la fuente de nuestros antojos.
Los investigadores implantaron electrodos en cerebros de ratones que recibían pequeños choques eléctricos en un área pequeña del cerebro llamada núcleo accumbens.
Los ratones se engancharon rápidamente con la sensación, e incluso se saltaban la comida y el agua y hasta llegaban a correr a través de una dolorosa rejilla electrificada para tener la oportunidad de seguir presionando el interruptor que administraba los choques.
Unos años después, otros investigadores probaron la respuesta humana a los estímulos autoadministrados a la misma área del cerebro.
Los resultados fueron igual de dramáticos.
Los sujetos no querían hacer nada más que presionar el botón que les estimulaba el cerebro.
En los años siguientes los investigadores continuaron estudiando esta área del cerebro hasta que hicieron un DESCUBRIMIENTO SORPRENDENTE…
Esos resultados sorprendentes demostraron que el núcleo accumbens no se activaba al recibir la recompensa, sino la EXPECTATIVA.
Léelo otra vez.
Y otra vez.
(Es muy importante para comprender la lujuria y la pasión)
Este estudio reveló que lo que nos lleva a actuar no es la sensación al recibir la recompensa en sí misma, sino la necesidad de aliviar el deseo de la recompensa.
Es la TENSIÓN del DESEO lo que nos empuja.
La Anticipación Supera a la Recompensa
Y a tensión del deseo es absolutamente necesaria para “enganchar” a alguien.
Piensa un segundo en las películas.
La recompensa que ansiamos en una película suele ser el tipo bueno tomándose venganza del tipo malo, o la pareja que finalmente se enamora, o lo que sea.
Las mejores películas juegan con esa tensión y esa anticipación hasta niveles casi insoportables, que hacen que tus ojos se peguen a la pantalla.
Y durante ese período, el núcleo accumbens (el centro del placer) se estimula a lo loco.
Sería casi imposible despegarse de la pantalla hasta averiguar lo que sucede.
Retendrías la orina por horas sólo por no perderte un segundo de la película.
Estás enganchado…
Pero, ¿qué sucede la segunda vez que miras esa misma película?
¿O la tercera vez?
La anticipación y la tensión no están al mismo nivel porque ya sabes cómo termina.
Ahora todo es predecible.
Ese centro de placer en tu cerebro no recibe estímulos al mismo nivel.
Así que permíteme preguntarte…
¿Alguna vez estuviste una chica que haya comenzado muy interesada en ti? ¿Que parecía estar enganchada? ¿Enamorada de ti?
Y luego, ¡BAM! Después de un par de citas comienza a retirarse y a perder interés.
¿Puedes adivinar lo que sucedió?
La película se volvió predecible demasiado pronto, y toda la tensión y la anticipación se alivió demasiado rápido.
Lo que significa que el “centro de placer” en el núcleo accumbens simplemente no recibía ningún estímulo.
Y así es como comienza a experimentar el “Bajón”.
El “bajón” es ese momento en el que te das cuenta de que ya no es todo lo bueno que era.
Se gastó el efecto.
Y es en ese momento que su mente se vuelve hacia otro tipo que sí le brinde esa tensión y la anticipación que ansía.
TENSIÓN
ANTICIPACIÓN
Todos deben permanecer ANTES de la recompensa. Y deben circular continuamente entre puntos IMPREDECIBLES.
Ejemplo Real sobre Recompensas Impredecibles
Permíteme darte un ejemplo sobre cómo funciona esto en la vida real.
Imagínate que sales en una cita con una chica. Las cosas van bien. Y en el transcurso de la semana los dos han estado intercambiando mensajes de texto.
La primera vez que le escribes, hay una enorme anticipación con respecto a cuándo te responderá, qué te dirá, y si querrá volver a salir contigo.
Así que cuando tu teléfono suena inmediatamente al recibir un mensaje nuevo, se activa tu “centro del placer”.
Ahora digamos que en el transcurso de la semana siguiente ella responde después de unos minutos.
Para el final de la semana, ese “subidón” que experimentas con su respuesta ya no es lo que era.
SIN EMBARGO…
Imagínate que llega el viernes, le escribes, pero ahora pasaron tres horas y aún no respondió.
¿Adónde están ahora tus niveles de anticipación y tensión?
Probablemente hayan llegado al techo.
Así que cuando el teléfono finalmente suena indicando que llegó su mensaje, tu núcleo accumbens recibe una dosis de placer similar a la cocaína.
¿Tengo razón?
Entonces, ¿adónde es que la mayoría de los hombres lo arruinan?
No le brindan nada de anticipación ni tensión.
Y ella NUNCA se enganchará a menos que lo hagas.
Cuando Rob y yo descubrimos que ESTE era el ingrediente faltante que hacía que los hombres continuamente PERDIERAN a la chica que les gustaba, comenzamos a experimentar con distintos comportamientos y a rastrear los efectos que tenían sobre las chicas.
Y pronto descubrimos que había 12 armas específicas que podrías usar una y otra vez para crear esa tensión y esa anticipación en INTERVALOS IMPREDECIBLES que harían que la chica se enganche.
Descubrimos una secuencia específica para usarlas a la que llamamos El Mezclador.
Básicamente te permite reescribir la película para mantenerla pegada a la pantalla.
Y cada vez que piense que te tiene la medida, le quitas el tapete de sus pies y haces que se enganche aún más.
¿Es maligno?
Yo creo que no. Le estás dando lo que quiere. Estás estimulándole el centro de placer de su mente.
Si fueras un guionista escribiendo una película, ¿no querrías ponerle toda la tensión y la anticipación posibles?
¿No intentarías hacer que la película fuera lo menos predecible que se pueda?
¿Así que por qué no ver las interacciones con las mujeres de la misma manera?
Crea la película que hará que se enganche, y no la película que hará que cambie de canal en busca de algo más interesante para mirar.
Recuerda, se trata de un juego. Y una vez que descubres las reglas, se hace mucho más fácil ganar.